Encargado de Tienda. Unidad 1.

Unidad 1. INTRODUCCIÓN AL CONCEPTO DE COMERCIO


Contenidos

1.1. ¿Qué entendemos por Comercio?

1.2. El Comercio “de Proximidad”

1.3. Comercio Mayorista y Minorista

1.4. Ley de Ordenación del Comercio Minorista


1.1. QUÉ ENTENDEMOS POR COMERCIO

El termino comercio proviene del latín Commercium y se refiere a la transacción que se lleva a cabo con el objetivo de comprar o vender un producto.

También se denomina “comercio” al local comercial, negocio, botica o tienda y al grupo social conformado por los comerciantes.

El Comercio, en otras palabras, es una actividad social y económica que implica la adquisición y el traspaso de mercancías. Quien participa de un acto de comercio puede comprar el producto para hacer un uso directo de él, para revenderlo o para transformarlo. En general, esta operación mercantil implica la entrega de una cosa para recibir, en contraprestación, otra de valor semejante. El medio de intercambio en el comercio suele ser el dinero.

No obstante, hay que subrayar que hasta la aparición del dinero, las antiguas civilizaciones lo que hacían era llevar a cabo el comercio mediante lo que se denominaba trueque. Esta operación consistía en adquirir un producto en concreto de un vendedor al que se le pagaba otorgándole otro producto que este necesitara.

El Comerciante es aquella persona, ya sea jurídica o física, que vive del comercio. Por lo tanto, la actividad comercial constituye su sustento de vida.

1.2. EL COMERCIO DE PROXIMIDAD

¿Has escuchado alguna vez el concepto de comercio de proximidad? Se trata de una forma de consumo que se está volviendo a poner de moda y que se contrapone a las grandes superficies comerciales. Para que lo entiendas, queremos ponerte un ejemplo: ¿Recuerdas las llamadas “tiendas de ultramarinos“? Eran esas tiendas de barrio donde tu madre o tus abuelos compraban los alimentos diarios. Panaderías, fruterías, pescaderías, carnicerías, mercerías, droguerías y otros establecimientos de pequeño tamaño donde se ayudaba al consumidor a encontrar lo que buscaba, se le aconsejaba y asesoraba sobre el producto y se le trataba por su nombre, porque tendero y cliente se conocían desde siempre.

Eran lugares de encuentro que fomentaban las relaciones sociales, donde había espacio para las charlas que ayudaban a conocer lo que comíamos.

¿Era? Eso parece. Porque hemos sustituido el pequeño comercio de proximidad, por enormes superficies comerciales ubicadas en las afueras de las ciudades. Allí podemos encontrar casi de todo. Son un auténtico paraíso para los amantes de las compras y los apasionados de las colas eternas ante las cajas. El lugar ideal para todos aquellos que sueñan con los atascos en las entradas y salidas de estos inmensos complejos de tiendas y tiendas, donde cuesta encontrar a alguien cuando buscas información sobre algo que vas a adquirir y donde incluso puedes llegar a perderte y no encontrar la puerta de salida.

El comercio de proximidad busca suministrarnos los productos que las personas necesitamos en nuestro día a día, evitándonos desplazamientos innecesarios y pérdidas de tiempo, puesto que todo lo podemos encontrar en las calles del barrio.

Ventajas del comercio de Proximidad:

  • Atención personalizada. En este tipo de establecimiento, normalmente de tamaño más reducido,  los dueños y dueñas suelen ser especialistas, pudiendo resolver tus dudas y dándote toda la información que necesitas. Además, si acudes con relativa frecuencia, encontrarás un trato más cercano, casi familiar.
  • El comercio de proximidad cuida el medio ambiente. Evitas los desplazamientos en coche y reduces la contaminación ambiental. Al comprar productos locales las distancias entre los lugares de elaboración o cultivo de los productos hasta el lugar de venta son más pequeñas, por lo que se produce un menor impacto medioambiental.
  • Generamos menos residuos plásticos, puesto que los productos, al no tener que viajar tanto, no suelen necesitar de tantos materiales de envase que los protejan.
  • Ayudamos a las personas agricultoras y ganaderas cercanas, que son las que abastecen a estas tiendas, por lo que fomentamos la economía local.

1.3. COMERCIO MAYORISTA Y MINORISTA

Existen distintas clases de comercio según sus características. El comercio minorista (también conocido como comercio al por menor) se lleva a cabo entre el vendedor y el consumidor final (la persona que adquiere el producto para utilizarlo o consumirlo).

En el comercio mayorista (o comercio al por mayor), en cambio, el comprador no es quien consume o usa el producto adquirido. Su intención es poder concretar una venta posterior del mismo producto, a un precio más alto del pagado.

1.4. LEY DE ORDENACIÓN DEL COMERCIO MINORISTA

La Ley del Comercio Minorista tiene por objeto principal establecer el régimen jurídico general del comercio minorista, así como regular determinadas ventas especiales y actividades de promoción comercial, sin perjuicio de las leyes dictadas por las Comunidades Autónomas en el ejercicio de sus competencias en la materia.

A los efectos de la presente Ley, se entiende por comercio minorista aquella actividad desarrollada profesionalmente con ánimo de lucro consistente en ofertar la venta de cualquier clase de artículos a los destinatarios finales de los mismos, utilizando o no un establecimiento.

Tendrá la consideración de establecimiento comercial toda instalación inmueble de venta al por menor en la que el empresario ejerce su actividad de forma permanente; o toda instalación móvil de venta al por menor en la que el empresario ejerce su actividad de forma habitual.

La actividad comercial se ejerce según esta Ley, bajo el principio de libertad de empresa y en el marco de la economía de mercado, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 38 de la Constitución.

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